César Gaviria no olvida la rebelión: caso Gutiérrez bien explicado

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2022, un grupo de congresistas liberales impulsó una rebelión en contra del expresidente César Gaviria, director nacional del partido, al no acatar su decisión de adherirse al candidato de derecha Federico Gutiérrez y, por el contrario, optar por apoyar a Gustavo Petro.

Congresistas electos siguieron con disciplina lo decidido por su líder, pero algunos no lo escucharon: entre estos últimos estaban los senadores antioqueños Julián Bedoya (no reelecto) y Juan Diego Echavarría y el representante a la Cámara por el Quindío Luciano Grisales (no reelecto), quienes hoy impulsan la idea de que al diputado Jorge Hernán Gutiérrez se le entregue el aval liberal.

Gaviria es quien otorga los avales, y en ese sentido, la aspiración de Gutiérrez no tiene respaldo. Gaviria perdona pero no olvida esa muestra de irrespeto por el liderazgo de la colectividad que defiende sus posiciones, precisamente basada en la disciplina.

Gutiérrez tendrá tiempo para crear su propia imagen frente a Gaviria, que por petición de la bancada roja en el Congreso continuará en su posición, lo que a su vez fortalece en las toldas rojas la imagen de la Casa Jaramillo, liderada por Pablo Jaramillo y que encarna hoy la fuerza liberal en el Quindío.

Lo anterior se da gracias a los resultados positivos en los procesos de gestión del actual gobierno departamental, en cabeza del gobernador Roberto Jairo Jaramillo, presidente de la Federación Nacional de Departamentos, FND.

La Casa Jaramillo sacó en las pasadas elecciones una congresista, Piedad Correal Rubiano, representante a la Cámara, y hoy apoya la precandidatura de Juan Miguel Galvis, que a inicios de semana se reunió con el expresidente en la Casa Gaviria, reunión a la que también asistieron Pablo Jaramillo y el senador Juan Pablo Gallo.

La ‘rebelión roja’ se inspiró en la idea de que en la IX Convención Nacional del Partido, pactada para el 19, 20 y 21 de mayo, Gaviria perdería la presidencia, por lo que no tendría injerencia en las elecciones del 29 de octubre; pero la jugada les salió mal.

Una mayoría, 40 miembros electos de la bancada roja, le pidió a Gaviria que continuara en el cargo y que la fecha del congreso fuera aplazada para después de las elecciones, lo que no esperaban ni Bedoya, ni Echavarría, ni Grisales. La solicitud fue aceptada y Gaviria quedó aún más fuerte.

Bedoya ya no es de la colectividad (creó el movimiento Renovación Liberal), Grisales ya no es representante y Echavarría también está en el RL. Ahora quienes querían sacar al expresidente de su lugar en la casa liberal buscan que este mismo le dé el aval al diputado Gutiérrez. Este deberá definir si sí es liberal o si se declara en disidencia.

GS Oliver

Comunicador social – periodista

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