¿NO respeto? De Cambio Radical o del Liberal, la presunta doble militancia de Atilano Giraldo

¿Siendo representante a la Cámara por el partido Cambio Radical, Atilano Giraldo habría negociado en 2019 con el partido Liberal ser su candidato a la Gobernación del Quindío en las regionales de 2023?, esa es la pregunta que hay hoy en los mentideros políticos del departamento. De ser cierto, el excongresista habría incurrido en el delito de doble militancia.

También, de ser cierto, y aun si no se llegase a demostrar en los estrados, dicho hecho se convertiría en un oscuro antecedente para un candidato que no tendría más que ser calificado como poco confiable, en el entendido de que el concepto de doble militancia surgió con la finalidad de fortalecer a los partidos y movimientos políticos como representantes de la sociedad, garantizando su disciplina y actuación coordinada en un nuevo régimen de bancadas.

Lo anterior está contenido en la Ley 1475 del 2011, “por la cual se adoptan reglas de organización y funcionamiento de los partidos y movimientos políticos, de los procesos electorales y se dictan disposiciones relacionadas con los escrutinios, el censo electoral y los testigos electorales, entre otros”.

Al respecto, el Consejo de Estado señala lo siguiente: “La doble militancia en el ordenamiento jurídico colombiano tiene su génesis en el Acto Legislativo 01 de 2003, que modificó el artículo 107 de la Constitución Política, al prever que en ningún caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido o movimiento político con personería jurídica”.

Ante este panorama, y teniendo en cuenta que no se ha entregado el aval de Cambio Radical, ¿Atilano Giraldo optará por la disciplina de partido y se le meterá en el camino a Jorge Ricardo Parra en busca del tiquete dorado?

Este panorama es complejo para Giraldo, teniendo en cuenta que no apoyó a John Edgar Pérez, de Cambio Radical, en su camino en busca de la Cámara de Representantes, en el que resultó ganador de una curul, y a su alejamiento del líder de la colectividad en el departamento, su sobrino César Augusto Pareja, ‘Toto’.

Atilano Giraldo no habría calculado bien el movimiento. En junio de 2022, faltando 17 meses para las selecciones del próximo 29 de octubre, a falta de un mes para expirar su periodo constitucional, renunció a su curul como representante a la Cámara por el Quindío por partido Cambio Radical.

No obstante, según personas con las que ha compartido en reuniones de tipo político, al acuerdo habría llegado presuntamente en 2019, en las pasadas elecciones de gobernadores, cuando aún era congresista. Según estas versiones, el compromiso adquirido en Bogotá, ante el presidente del partido Liberal, César Gaviria, era que apoyaría la candidatura de Roberto Jairo Jaramillo, si en 2023 la colectividad roja le entregaba el aval a él. Ahí se tipificaría el delito, pues habría acompañado a un candidato liberal, aún siendo parte de Cambio Radical.

“Quienes se desempeñen en cargos de dirección, gobierno, administración o control, dentro de los partidos y movimientos políticos, o hayan sido o aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular, no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o movimiento político al cual se encuentren afiliados”, reza en su Artículo 2. Prohibición de doble militancia, la Ley 1475 de 2011. Quienes lo denuncian aseguran tener grabaciones al respecto, las cuales, de llegar a FINITO, serán publicadas.

En los medios de comunicación se reseñó que en 2019 el exrepresentante, además de dejar su curul, “renunció al directorio Departamental del partido Cambio Radical en el Quindío y quedó como un simple militante de la colectividad”. Esta novela apenas comienza, pues mientras continúa el fuerte rumor de que Giraldo estaría reclamando el aval rojo para ser candidato a la Gobernación, Juan Miguel Galvis, Jorge Hernán Gutiérrez y Jaime Andrés Pérez, a su turno, defienden los argumentos con los que sustentan por qué merecen llevar la bandera roja.

En cuanto al contacto con sus votantes, ha sido escaso: sus redes sociales las dejó de usar cuando inició su último periodo en la Cámara, publicando su último post el 6 de agosto de 2019. Cerca de 4 años después, el 13 de febrero de 2023, hizo un nuevo post, actualizó su foto de perfil. En la caja de opiniones de dicha publicación, Maney Agudelo, una usuaria de Facebook, opinó: “Aparece solo en elecciones y no hace nada por esta tierra. La avaricia es grande”.

Como dato curioso, Atilano Giraldo se negó en 2019 a rendir cuentas de su gestión en su último periodo, diciéndole no a una invitación del diario La Crónica: “No estoy interesado”, espetó. Ante respuestas como esta, uno se pregunta si es casualidad que en su imagen de precampaña aparezca un sincero “NO respeto”.

GS Oliver

Comunicador social – periodista

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