Parece de Padilla pero no lo es: Álvaro Jiménez y la ‘identidad de género político’
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Hasta el 1 de enero de 2024, juraba que el concejal conservador Álvaro Jiménez era de la corriente del hoy alcalde de Armenia, James Padilla García; pero estaba totalmente equivocado, y me duele admitir que, por lo visto, no sé deducir ni ver más allá de lo evidente.
Mas nunca es tarde para aprender cosas elementales, como que si alguien acompaña a un candidato en su campaña, le hace reuniones y pide votar por él, no necesariamente lo apoya, por el contrario, puede ser su más enconado opositor. Partiendo de esa premisa, le encuentro sentido a lo dicho por el honorable.
Jiménez es un viejo zorro de la política. Muchas personas dicen haberlo visto en las pasadas elecciones impulsando a la fórmula Papa, que integraron Padilla, candidato a la alcaldía, y Jorge Ricardo Parra, a la gobernación del Quindío; pero él dice que no es así, y aclara que, por disciplina de partido, estuvo con Álvaro Arias, a la alcaldía, y con Juan Miguel Galvis, a la gobernación, así nadie lo haya visto en ninguno de sus actos.
Primero llegué a pensar que era repugnante ver cómo Jiménez mentía con descaro al decir que es opositor de James Padilla, y me dio asco verlo creerse, las que yo pensaba que eran, sus propias falsedades; pero después pensé que tal vez este vive en un mundo distinto, como en una singularidad en la que nada tiene lógica ni sentido.
O sí que los tiene. Como fue demandado por doble militancia, porque algún estúpido pensó, al igual que yo, que él estuvo con Padilla; entonces hizo magia y dijo que estaría en la oposición, pues ¿quién podría continuar con la tonta idea de que él apoyó a Padilla, si se declaraba opositor?
Al convertirse en un contra podría, además, integrar la mesa directiva del concejo, pues el Estatuto de Oposición dispone que el primer vicepresidente debe ser un concejal de la oposición. A primera vista esto parece una asquerosa trampa, pero nada impide que lo haga.
Yendo al terreno de la ‘identidad de género político’, concepto que creo que acabo de acuñar, Jiménez se ve como una ficha de Padilla, se comporta como una ficha de Padilla, lo adula como lo hace una ficha de Padilla, pero se autodetermina como opositor. Yo por mi parte, dejé de creer que el repitente es un mitómano que piensa que la gente de Armenia es tonta; lo que sí creo es que como un buen opositor que habita en el mundo del sinsentido todos los proyectos que presente el alcalde los votará positivos.
GS Oliver
Comunicador social – periodista