Ríos de populismo y división política en la alcaldía de Armenia

El grupo del alcalde de Armenia [que en su primera campaña en busca del CAM atacó la Valorización, pero que hoy le da gracias a Dios de que no pudo tumbarla, porque, por las vueltas de la vida, resultó manejándola con su danza de millones] se trasnocha por su adicción al poder y tiene los ojos rojos de no dormir pensando en las próximas elecciones, lo que lo ha conducido a hacer énfasis en el populismo.

Hoy este grupo está ‘valorizado’, pero también está desesperado, porque sus integrantes saben que tiene más ambición que votos; y en su consternación, implosiona, se parte, como si pusiera en práctica el refrán divide y vencerás, pero después de haberlo entendido mal, pues se divide a él mismo y no a los demás.

En definitiva, hoy el grupo de Ríos Morales está fraccionado. Quiere la gobernación como sea y para ello perfila una variada gama de candidatos, entre ellos Atilano Giraldo, Jaime Andrés Pérez, Jorge Ricardo Parra, Yenny Alexandra Trujillo y Luis Carlos Serna Giraldo, y lo más grave es que no hay votos para tanta gente.

El mismo José Manuel ganó la alcaldía por un golpe de suerte, con escasos 29.000 votos, cifra ridícula, si se tiene en cuenta que su predecesor, Carlos Mario Álvarez, lo hizo con 70.000. El alcalde no tiene un caudal de electores y él lo sabe, y hasta el voto en blanco, calladito, sin prometer tanto, casi le gana.

En la búsqueda de la Cámara, apoyó a John Edgar ‘Perea’ Pérez, de Cambio Radical, y este por poco se quema, alcanzando su lista cerrada escasos 32.000 votos, y el miedo a perder la curul hizo que el día del reconteo los contratistas de la alcaldía fueron citados al coliseo del Café para presionar su victoria.

Con esos antecedentes, se calienta la arena política, y el alcalde, en su desesperación, se apoya en medidas populistas para ganarse el favor de la gente; se desvive por las fiestas de la ciudad, como si estas marcaran alguna diferencia en lo social, y el pasado domingo 30 de octubre permitió el desarrollo de una caravana de motociclistas, en la que muchos transitaron con parrilleros, sin cascos y portando máscaras.

Como por poco se queman en las elecciones al Congreso, están dispuestos a todo, tanto que por intermedio de Perea y de Sandra Bibiana Aristizábal, que es Liberal, pero que ha tenido un cambio radical, votaron sí a un Presupuesto General de la Nación que perjudica al Quindío, con una reducción de $90.000 millones en la destinación. El objetivo principal de esta acción fue congraciarse con el Gobierno del presidente Gustavo Petro, sin importar los daños colaterales.

El miedo los ha hecho atacar a su grupo opositor, el que lidera el gobernador Roberto Jairo Jaramillo, desestimando la gestión que ha desarrollado por la región y ordenando a sus áulicos desdeñar de su trabajo, en un juego en el que la más ganadora ha sido la imagen del exgobernador Carlos Eduardo el ‘Cura’ Osorio, que por arte de magia pasó de ser uno de los mandatarios más anodinos en la historia del Quindío, por sus escasos logros, a uno de los mejores, mentira que se cae de su propio peso.

En el grupo de José Manuel Ríos la zozobra se nota y el pueblo la evidencia, porque no basta con poco pan y mucho circo para enceguecer a la gente para que no vean que seguir a Ríos Morales y su cohorte es como andar en moto y sin casco y a toda velocidad, la adrenalina se eleva y el momento es memorable, pero si te estrellas, no hay nada de seguridad. Por el momento, sus ideas están flojas, sus estrategias se hunden y ese barco político naufraga en sus ‘ríos de populismo’.