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Salieron con rapidez y hoy en los comederos políticos se dice que tocaron techo; es decir, llegaron al límite máximo que pueden alcanzar. ¿James Padilla García, precandidato a la alcaldía de Armenia, y Jorge Ricardo Parra, precandidato a la Gobernación del Quindío, subirán más?

Sus seguidores se muestran confiados, seguros, sin ningún temor; defienden la premisa que reza que el que pega primero pega dos veces; pero todo indica que su líder, César Augusto ‘Toto’ Pareja, se habría precipitado en la arremetida.

En su línea, la llave PP, Parra-Padilla, no para de trabajar, pero comienza a perder aire. Tiene la maquinaria de la alcaldía de Armenia y un significativo número de precandidatos a las administraciones municipales, pero ¿qué tan reales serán dichos apoyos?

En este juego de tronos, las traiciones y los cambios de ideologías son el pan de cada día. El precandidato a la alcaldía de Buenavista Andrés Londoño Velásquez, que en los últimos años fue sostenido por la estructura de la actual Gobernación del Quindío, sorpresivamente dio media vuelta y ahora está en las toldas de Pareja.

La estrategia de Pareja es clara, mira el resquicio y entra a negociar. Londoño decidió cambiar de bando; pero dadas sus bases ideológicas, sigue abierto al diálogo, pues entendió muy bien la dinámica de la política quindiana, en la que nunca una respuesta puede ser tomada como definitiva.

En cuanto a los otros actores políticos, Juan Miguel Galvis, precandidato a la gobernación, se mueve por los municipios, preparando el lanzamiento de su campaña; mientras que Atilano Giraldo, dueño del aval rojo, parece haber perdido más de lo que ganó, pues luce solo, teniendo en cuenta que su mayor apoyo es representando por la congresista Piedad Correal Rubiano, sobre quien todos se preguntan ¿dónde están sus votos?

Ella llegó a la Cámara con los que le dio la estructura de la actual gobernación, pero, incluso, sin haber terminado de trastearse al edificio del Congreso tomó otro rumbo y decidió hacer toldo aparte e impulsar la candidatura de Atilano Giraldo. Castillo de Naipes y el viento sopla, y cuando este caiga, las cabezas de los procesos tendrán que volver a comenzar la construcción de sus proyectos, con una ventaja, sabiendo cuáles naipes son los que realmente valen por su lealtad, en quiénes verdaderamente pueden confiar.

GS Oliver

Comunicador social – periodista

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