El trilema liberal. Luciano promueve a Gutiérrez
Finito Comunicaciones
El Partido Liberal Colombiano no se apresura para entregarle el aval al candidato que llevará su bandera en las elecciones en busca de la Gobernación del Quindío. Mientras tanto, los precandidatos mueven sus fichas en el tablero de ajedrez para demostrar cuál es más fuerte, pues saben que la colectividad apoyará solo al que consideren que es un nombre ganador.
Por ello, cada quien muestra sus cartas. El exalcalde de Quimbaya Jaime Andrés Pérez Cotrino cuenta con el acompañamiento de Luz Piedad Valencia, Amparo Arbeláez y Anuar Oyola; y durante el pasado fin de semana, el diputado Jorge Hernán Gutiérrez se dejó ver acompañado por el ex representante a la Cámara Luciano Grisales. Por su parte, Juan Miguel Galvis tiene el apoyo del gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, y del edificio de la plaza Bolívar de Armenia.
Por vigencia, un potencial electoral tangible, representado en un gobierno en curso, Galvis parte con ventaja. A este lo sigue Gutiérrez, que, con la intención de desmarcarse del gobierno de Jaramillo Cárdenas, en sus recientes entrevistas ha arreciado con críticas hacia este y que con la compañía de Grisales busca mostrarse con mayor poder. En tercera línea aparece Pérez Cotrino, ya que Valencia, Arbeláez y Oyola tienen su propia fuerza.
¿Dispara Gutiérrez, con su actitud frente al Gobierno departamental, fuego amigo hacia el liberalismo, que, contrario a él, confía en el liderazgo de Jaramillo Cárdenas? A esa estrategia le apuesta un diputado que tiene más ganas que votos para intentar liderar la acometida en busca de la permanencia de la colectividad en el Centro Administrativo Departamental, CAD, pero cuyo aporte será importante para los rojos en la contienda.
El asambleísta busca así mostrar una imagen sólida, ganadora, un tanto irreverente, aunque no lo consigue, dado que Luciano Grisales está, políticamente hablando, en periodo de reacomodación, sin un grupo poderoso que lo respalde. Aun así, hay que tenerlo en cuenta.
Sobre la presencia de Grisales hay que agregar que, aunque los tiempos han cambiado y el excongresista ya no tiene el apoyo del grueso del liberalismo, como sí lo tuvo cuando Luz Piedad Valencia fue alcaldesa (2012-2015, lo que impulsó su primera victoria en 2014) o cuando el sacerdote Carlos Eduardo Osorio fue gobernador y Carlos Mario Álvarez, alcalde Armenia (2016-2019), aún puede aportar un número llamativo de sufragios.
Pero ¿qué más tiene Gutiérrez para reclamar el aval rojo? Llegó al cargo en 2012 para ocupar la curul del liberal John Jairo Rincón Cardona, Mesías, en ese entonces privado de la libertad; su trabajo le ha alcanzado para ser reelecto en 2015 con 6,283 votos (en el tercer lugar de la lista roja, detrás de Jorge Ricardo Parra y Freddy Valencia) y en 2019, con 7.135 votos (de nuevo en el tercer lugar, detrás de Armando Aristizábal y Rodrigo Castrillón).
Aunque Gutiérrez no ha ganado en su lista, su capital electoral lo constituyen los 7.000 votos con los que mantuvo su lugar en la duma, pero podría tener un cambio considerable, dado que Grisales ya no es congresista. A Pérez Cotrino (elegido en 2015 alcalde de Quimbaya con 9.254 votos) le calculan 5.000 votos, más sus apoyos; mientras que Galvis arrancaría con la base de votos de la Casa Jaramillo, incluidos los 17.000 que le puso a la representante a la Cámara Piedad Correal. Todos trabajan para mejorar sus guarismos, apelando a las alianzas y al voto de opinión.
De allí que la voz cantante la tenga Galvis, exalcalde de Salento, que ha iniciado su precampaña y le muestra sus armas al partido Liberal, que parece ya tener claro qué camino tomar ante este falso trilema.
GS Oliver
Comunicador social – periodista