Polémica en el juego de Deportes Quindío. Gol Caracol demoniza a la hinchada cafetera. Dimayor pasa por encima de la Constitución. Artillería hace un reclamo justificado

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El pasado encuentro de Deportes Quindío 0-3 Llaneros ha desatado una controversia mediática que va más allá de lo que ocurrió en ámbito deportivo. En un informe, el Gol Caracol afirmó que el partido fue escenario de graves desmanes protagonizados por la hinchada de la escuadra cafetera. Sin embargo, ni el árbitro Álvaro Meléndez Panneflek, encargado del juego, ni el comandante de la Policía de Quindío, el coronel Luis Fernando Atuesta Zárate, mencionaron graves desmanes en sus reportes oficiales. Esto plantea una pregunta crucial: ¿está este medio nacional tratando de desdibujar la imagen de la afición del Deportes Quindío?
El árbitro detuvo el partido no debido a violencia, sino porque observó una pancarta en las gradas que cuestionaba abiertamente a la Dimayor. La pancarta decía: “11 años en la B con ganancias de la A, Dimayor cómplice”, lo cual parece haber tocado un punto sensible, pues el reglamento de la Dimayor prohíbe la exhibición de mensajes que cuestionen a la organización. Este detalle ha encendido el debate en torno a la veracidad de los señalamientos y el derecho de la hinchada a manifestarse.
El único hincha que bajó de las gradas fue el líder de la barra Artillería Verde, Juan David Bermúdez, por invitación de los capitanes de ambos equipos y el técnico quindiano, que le dijeron que debía retirar el trapo, pues así lo estipula el Código Disciplinario único de la Federación Colombiana de Fútbol.

Reclamo bien sustentado
Artillería Verde sustenta sus reclamos en dos puntos que son, sin duda, ciertos: Deportes Quindío lleva once años en la segunda categoría y, al ser un equipo fundador de la Dimayor, recibe beneficios financieros de Clase A. Solo en 2023, el equipo recibió 6,700 millones de pesos, de acuerdo con esta asignación. No obstante, el tercer punto de la denuncia —la complicidad de la Dimayor en la compleja situación administrativa del equipo— requiere más análisis.
Deportes Quindío atraviesa un litigio relacionado con su propiedad. Hernando Ángel, actual presidente, compró en la década del 2000 la corporación que gestionaba este bien público, lo cual lo llevó a presumir que había adquirido la propiedad del club. Sin embargo, un fallo judicial determinó que la corporación adquirida y el bien público son entidades distintas, y ordenó un peritaje para definir qué debería devolver Ángel al municipio. Este peritaje, a cargo de la Universidad del Quindío, ha enfrentado obstáculos ya que ni la Dimayor, ni Deportes Quindío, ni Win Sports han proporcionado la información solicitada, lo cual parece validar el reclamo de Artillería Verde sobre una omisión por parte de estas entidades.
La Dimayor ha sido omisa
En el artículo “Uniquindío da informe de la prueba pericial del Club Deportes Quindío” (https://acortar.link/jOCxnN), se menciona: “Hoy 6 de junio de 2023, durante la rueda de prensa convocada para presentar el informe oficial, el equipo técnico del peritaje dio a conocer que no fue posible llevar a cabo el peritaje por falta de información por parte de las entidades involucradas (entre ellas Dimayor), a pesar de los inmensos esfuerzos que la Universidad hizo para que se cumpliera con dicho requerimiento, entre esos, no dejar pasar periodos prolongados de tiempo en la solicitud de la información e insistir en obtener respuestas concretas.
A partir de estos hechos, es lógico cuestionar si la Dimayor realmente está priorizando los intereses del pueblo quindiano y del club mismo. Además, cuando los medios nacionales generan una imagen violenta de la hinchada, basándose en versiones no corroboradas, esto podría contribuir a una percepción distorsionada que perjudica tanto a la afición como al equipo.
Cuando el líder de la barra regresó a las gradas, la pancarta fue guardada. No hubo desmanes, ¿entonces por qué herir con afirmaciones falsas a una afición que lo entrega todo por y no recibe nada a cambio?
No hay nada por encima de la Constitución
El fútbol profesional colombiano está por encima de la Constitución Política Colombiana? Evidentemente sí. Reza su Artículo 37: “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Solo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho”.
Un código privado
Pero el Código Disciplinario único de la Federación Colombiana de Fútbol, un código privado, se toma otras atribuciones:
“Artículo 79. Infracciones de un club respecto de las instalaciones y garantías. Constituye infracción sancionable con multa de cinco (5) a veinticinco (25) salarios mínimos mensuales legales vigentes al momento de la infracción, cuando el club en cuestión incurra en cualquiera de las siguientes conductas:
a) Al club que dentro de las instalaciones del estadio auspicie, promueva, permita o fomente la exhibición de pancartas, carteles, o la distribución de volantes de carácter irrespetuoso para FCF, la Dimayor, Difútbol, liga o los directivos del fútbol, oficiales u oficiales de partido.”
Artículo 84. Responsabilidad por la conducta de los espectadores.
1. (Modificado por el Acuerdo de Asamblea No. 043 del 8 de marzo de 2018. Ver notas de vigencia) Los clubes serán responsables de la conducta impropia de los espectadores, de conformidad con el grado de culpabilidad que se logre establecer.
(…)
4. Se considera conducta impropia, particularmente, los actos de violencia contra personas o cosas, el empleo de objetos inflamables, el lanzamiento de objetos, el despliegue de pancartas con textos de índole insultante, los gritos injuriosos y la invasión del terreno de juego 5. La conducta impropia de los espectadores que genere desordenes antes, durante o después de un partido, en el estadio, dará lugar a la sanción del club consistente en amonestación o a la suspensión de la plaza de una (1) a tres (3) fechas”.
Fuertes pronunciamientos
Curiosa forma en la que el fútbol profesional colombiano se cubre, pasando por encima del Artículo 37 de la Constitución e impidiendo que “el pueblo pueda reunirse y manifestarse pública y pacíficamente”. ¿Cuál es la ley colombiana que prohíbe ese tipo de protestas pacíficas?
Este tipo de situaciones se suma al trato humillante que la Dimayor ha tenido con la prensa en el Quindío, lo que condujo al experimentado periodista Mauricio Echeverry a tomar la decisión de no regresar al estadio Centenario en lo que resta de 2024, y a Willy Marín Castrillón, presidente del Colegio Nacional de Periodistas, CNP Quindío, a pronunciarse enérgicamente: “El Colegio Nacional de Periodistas, Seccional Quindío, lamenta profundamente el atropello continuado del que son víctimas los comunicadores que realizan el cubrimiento de los partidos del Deportes Quindío desde el estadio Centenario”, manifestó.
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Aunque la Federación Colombiana de Fútbol tiene su código, también debe ser consciente de que este no está por encima de la Constitución y del impacto que tienen sus decisiones en clubes históricos y sus comunidades. La responsabilidad de los medios, como Caracol, radica en ofrecer una visión imparcial y bien documentada de hechos reales, evitando construir narrativas que afecten injustamente a una hinchada que lucha no solo por su club, sino también por la transparencia y el buen manejo administrativo en el fútbol colombiano.
El momento de los ‘graves desmanes’.
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*Gol Caracol ya corrigió el titular.