Mañana, debate definitivo. Montenegro: un empréstito inflado y una revolución en Comuneros
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Mañana a las 7 a.m., el Concejo Municipal de Montenegro se reunirá para discutir, en segundo debate, el aumento estratosférico de un préstamo inicialmente de $9.000 millones, que ahora se eleva a la cifra de $11.000 millones en un solo movimiento financiero. Increíble cómo crecen las deudas cuando se les da el espacio suficiente para florecer.
La angustia entre los habitantes de Montenegro es evidente: se quejan, con razón, de que la alcaldía ha decidido este asunto sin ni siquiera consultarles. El aumento del préstamo ha provocado un tsunami de preocupaciones sobre el futuro financiero del municipio, comprometiendo más del 50% del presupuesto para las próximas tres administraciones. Pero bueno, ¿quién no ama una buena dosis de incertidumbre financiera para despertar los sentidos en la mañana de domingo?
Una denuncia enviada al inoportuno correo denunciasfinito@gmail.com refleja la indignación creciente de los ciudadanos. El denunciante, con un toque de amarga ironía, señala que la comunidad votó para que el alcalde buscara recursos fuera del país, no para convertir a Montenegro en el pueblo empobrecido que sus hijos se empeñan en enterrar. Este repentino cambio en los planes financieros suscita preguntas que claman por respuestas: ¿Por qué se ha inflado el monto del préstamo sin informar debidamente a la ciudadanía? ¿Qué consecuencias tendrá este aumento en las arcas municipales y en los bolsillos de los contribuyentes, que probablemente ni lo verán venir?
La situación de Montenegro recuerda al reciente fiasco en Armenia, donde un proyecto similar por $200.000 millones fue devuelto al alcalde. Montenegro parece estar siguiendo los mismos pasos, sin garantías de una gestión financiera que no parezca un sketch de una comedia mal elaborada. ¿Qué medidas se están tomando para asegurar que estos fondos adicionales no terminen en la alcantarilla?
Según el Plan de Desarrollo, los fondos de estos préstamos se destinarán a programas de gran importancia (o eso dicen):
$1.700 millones para infraestructura educativa: No se realizó la gestión ante la Gobernación para asumir este proyecto y evitar así un aumento en la deuda de Montenegro.
$6.000 millones para servicios de agua potable y saneamiento básico: ¡Atención, barrio Comuneros! ¿Este dinero resolverá el problema del «río subterráneo» que a veces corre por sus calles o solo hará brillar un poco más los trajes de baño de los concejales?
$3.300 millones para la actualización catastral con enfoque multipropósito: Una actualización que podría hacerse sin recurrir a préstamos, si se gestiona con la Gobernación del Quindío y el Gobierno Nacional.
La falta de planificación es visible. Es crucial que las autoridades municipales expliquen las razones detrás de este incremento y presenten un plan de manera oportuna. A pesar de las críticas y denuncias, se espera que la votación en el Concejo Municipal sea una fiesta de aprobación, con 11 votos a favor y 2 en contra.
¿Y las Empresas Públicas del Quindío, EPQ, que son las que cobran? Como dijo John Maynard Keynes, el gurú de las finanzas: «La dificultad no radica en las nuevas ideas, sino en escapar de las antiguas». Los habitantes de Montenegro cruzan los dedos esperando que este debate arroje algo de luz sobre la transparencia y eficiencia en la administración de los fondos públicos. Y si no es así, bien podríamos ver una revolución en Comuneros; mientras que en el Concejo cualquier opositor al préstamo será acusado de estar en contra del progreso de tener un nuevo alcantarillado en un barrio olvidado; pero no se les ocurra mencionar el derroche del erario, ¡eso no se dice en público!
GS Oliver
Comunicador social – periodista